sábado, 5 de noviembre de 2011

El precio de la fe


¿Qué precio tiene la desconfianza?, ¿qué precio tiene la falta de fe?...

Bueno, complejo es saberlo algunas veces pero de las lecciones de los demás podemos aprender; y para inaugurar mi blog después de algunos meses sin escribir quiero compartir esta interesante historia que me sucedió esta semana....

me disponía a comprar un refresco carbonatado en una gasolinera y pague en efectivo con un billete que saque de mi cartera, luego llegue al carro en el que transportaba y me distraje un rato con mi celular, luego baje del carro y me puse a hacer un parcial, pase toda la noche trabajando (por tanta tarea es que deje de escribir) entonces al día siguiente salgo corriendo hacia la universidad pero me encontré con una gran sorpresa.... no sabía dónde estaba mi billetera, le di vueltas a todo mi cuarto, ordene mi mesa del estudio y no encontraba por ningún lado la billetera; la verdad no podía darme el lujo de llegar tarde a un parcial por lo que solo tome el dinero necesario para el día y me fui a la universidad, al regresar a la casa le di vueltas a toda la casa, en los lugares posibles y en los lugares más creativos, incluso en lugares en los que ni siquiera había estado y no encontré nada.

En ese momento existían dos posibilidades, si no la encontré en casa, solo podía estar en el carro o en la gasolinera a la que fui a comprar, me dirigí al carro en la noche entrando por la puerta del conductor y busque muy bien, pero no encontré nada, solo quedaba la gasolinera, pero por algún motivo yo confiaba que sin importar el lugar donde estuviera yo la iba a encontrar...

Al día siguiente ya tenía 3 días de no saber nada de mi cartera pero mi fe y mi aptitud positiva se mantenían activas y creía que tarde o temprano la encontraría pero en medio de la mañana de ese día una duda entro en mi mente... recordé que en la gasolinera no solicitaban ningún documento para comprar artículos, entonces si una persona deshonesta encontraba mi billetera y mi tarjeta del banco, podía comprar en el mismo establecimiento donde estaba sin más necesidad que solo entregar la tarjeta en el mostrador.

La duda creció en mi cerebro cada vez mas y mas hasta que se comió mi fe casi por completo.

Llame al banco y cancele mi tarjeta aceptando que si la encontraba tendría que pagarle al banco para poder activarla de nuevo, cuando escuche eso mi corazón dio un salto diciendo, espera…, confía…, pero no lo escuche y acepte, bloqueando mi tarjeta.

Con un poco de tristeza paso el día y llegue a la gasolinera, mi última esperanza, al preguntar si había encontrado una billetera perdida la respuesta fue negativa, aun sin tener ningún otro lugar donde buscar, algo dentro de mi aun decía que la podía encontrar, luego me fui a almorzar con mi familia, al pasar la comida y dirigirme al carro conté la historia de la perdida de mi billetera y que quería llegar rápido a casa para seguirla buscando porque aunque había bloqueado la tarjeta, aun no perdía la esperanza de poder encontrar la billetera, aun recuerdo como les decía que no sabía cómo ni cuándo pero que iba a encontrarla, luego al abrir la puerta del carro, esta vez desde la puerta del pasajero, callo la billetera…, había estado ahí todo el tiempo pero, no había abierto esa puerta desde el día que la perdí, entonces busque en todos los lugares menos ahi...

que valiosa lección aprendí con esa historia... cuantas veces nos sucede eso... por una duda, por una mala referencia perdemos la fe. En este caso no fue nada grave, solo fue una cantidad x de dinero, lo que me costara renovar mi tarjeta del banco, pero en otras ocasiones perdemos oportunidades valiosas, nos alejamos de personas importantes, dejamos que la vida pase sin luchar por lo que creemos por perder la fe en lo que creemos, ¿cuántas veces  ignoramos nuestro corazón pensando con lógica?, noo queridos amigos, si algo he aprendido en esta vida es que la vida no es lógica, a veces es mas cuestión de creer…, es cuestión de mantener la fe ante las adversidades y no existirá lógica que pueda combatir el éxito y el poder de la energía positiva.

Así que los exhorto a que la próxima vez que estén a punto de perder la fe, recuerden mi historia, recuerden que aun cuando todo parece indicar que una respuesta negativa es la más probable…, siempre existe una posibilidad de obtener lo que esperamos, aprende a escuchar y confiar en tu corazón.

GRACIAS A TODOS LOS QUE SE ALEGRARON CUANDO LES COENTE QUE SEGUIRIA ESCRIBIENDO MI BLOG J

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