El cielo de Manyula.

Al buscar información sobre Manyula para publicar la entrada del día encontré este poema y me causo una nostalgia tan grande que decidí crearle una entrada especial.

por Jaime Ulises Marinero: 

Estoy plenamente convencido de que existe un cielo para elefantes, donde los paquidermos vuelan con orejas que se transforman en alas para ser libres… para  jugar como en los cuentos de Disney.

 Debe existir un lugar del infinito donde los elefantes se juntan para barritar de alegría, para reencontrarse con los suyos y para jugar sobre castillos de ensueños sin marfiles.

Debe haber un lugar donde  Manyula se encuentre recordando los rostros de quienes alguna vez boquiabiertos le admiramos e imaginamos aventuras que quedaron impregnadas para  siempre en nuestro mundo infantil.

Debe haber un sitio donde los elefantes vivan como reyes mimados  y puedan cobijarse con un manto de estrellas ,  teniendo como luna una inmensa carpa de suaves  nubes sobre las que saltan jugando peregrina, y teniendo como sol un inmenso arcoiris sobre el cual deslizan sus cuerpos  que destellan luces de colores.

 Debe haber un lugar donde por fin Manyula se encuentre con papá y mamá elefante, para correr por campos abiertos y beber el sorbo de agua cristalina, entre el fresco pasto de la meseta infinita, donde el viento aburbujado  le golpee el rostro  y juegue con su moco travieso que le saque sonrisas… Sonrisas como las que muchos siendo niños sacamos de nuestro mundo de inocencia al presenciar a la reina del zoológico.

 Ya sos libre Manyula. Corré a encontrar a los tuyos.  Veté ya. Ya no más prisión ni sufrimiento.  Vete a tu cielo que ya te quedaste para siempre en nuestros recuerdos aterciopelados por el tesoro de la  infancia.

 fuente: www.lapagina.com.sv/editoriales/39904/2010/09/22/Vete-a-tu-cielo-Manyula