Otra de las historias de la visita al zoológico fue que estaban pintando algo en el suelo, cuando me acerque me sorprendí al ver que eran huellas de elefante que iban desde la entrada hasta el lugar donde se encontraba antiguamente Manyula, me pareció un detalle muy bonito y me gusta la cantidad de amor que el pueblo salvadoreño siente por un animal, que mas que un animal se convirtió en una porción de historia que vivirá por siempre en el corazón del pueblo.
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