Hace como dos años leí un libro muy bueno que le gustaba mucho a mi papa llamado camino de José María Escriba de Balaguer, lo termine y después de un año ya se me había olvidado todo, lo leí de nuevo y anote lo que más me gusto en esa época en una libreta, paso un año más y olvide algunas cosas y perdí los escritos, ayer mientras arreglaba mi cuarto los encontré y decidí incluirlos en el blog así los tendré cerca siempre que necesite recordarlos y podre compartillos con todas las personas que quieran leerlos, José María predicaba como se puede lograr la santidad haciendo de la mejor forma las tareas cotidianas, no necesitas rezar todo el día, debes de hacer las cosas del día tan bien como que si fuera un rezo para agradar a Dios.
-Obremos siempre de tal manera, en la presencia de Dios que no tengamos que ocultar nada a los. hombres.
-Señor que se cumpla con amor tu voluntad santa.
-No te fíes nunca solo en la organización.
- No ambiciones más que un solo derecho, el de cumplir tu deber
- que la carga es muy pesada…, no y mil veces no, esas obligaciones que aceptaste libremente son las que te levantan sobre el cieno de las pasiones ¿acaso sienten los pájaros el peso de sus alas?, córtalas y ponlas en el platillo de una balanza; ¡pesan! ¿Puede sin embargo volar el ave si se las arrancaran? Necesita esas alas así, y no advierte su peso porque la elevan sobre el nivel de las otras creaturas, también tus alas pesan, pero si te faltaran caerías.
-Cuando se ama de verdad, siempre se encuentran razones para ama aún más.
-Estima a quienes sepan decirte que no, además pídeles que te razonen su negativa para aprender o para corregir.
- Ante Dios ninguna ocupación es grande ni pequeña, todo adquiere el valor del amor con el que se haga.
-Insisto: en la sencillez de tu labor ordinaria, en los detalles monótonos de cada día, has de descubrir el secreto de la grandeza y la novedad, el amor.
- Para terminar las cosas hay que empezar a hacerlas.
- Me has preguntado ¿Qué le puedes ofrecer al señor? No necesito pensar mi respuesta: ofrécele lo mismo de siempre, pero mejor acabado, con remate y amor que te lleve a pensar más en él y menos en ti.
-Una misión siempre actual y heroica para un cristiano corriente: realizar de manera santa los más variados quehaceres, aun aquellos que parecen más indiferentes.
- ¿obstáculos? A veces hay, pero a veces te los inventas por comodidad.
- Desarrollas una incansable actividad, pero no te conduces con orden y por lo tanto, carece de efectividad.
-Cada minuto perdido al final del día cuentan horas.
-Si te encontraras solo las nobles ambiciones tuyas estarían condenadas al fracaso, una oveja aislada, casi siempre es una oveja perdida.
-Los hay tan farisaicos que se escandalizan al escuchar a otras personas repetir lo que antes escucharon de sus labios.
-Con el amor más que con el estudio llega a comprenderse a Dios.
-Los pobrecitos soberbios sufren por mil pequeñas tonterías que agitan su amor propio pero que pasan inadvertidas para los demás.
-Lo que se necesita para conseguir la felicidad no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado.
- Todo se arregla menos la muerte, y la muerte lo arregla todo.
- Tanto mejor convencemos mientras más convencidos estamos.
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