viernes, 16 de enero de 2015

¿Dónde están los buenos salvadoreños?


ya no sé si me leen los vivos, pero ahora escribo por los muertos… porque le prometí a un amigo en su lecho de muerte que no dejaría de escribir.
Y hoy me paso algo tan interesante que me inspiro a escribir… cuando salía de la colonia, me encontré con una persona que recolecta latas y plástico en las calles, no sé si donde tu vives pasa eso, pero en El Salvador eso es muy común, porque hay muchas personas que no encuentran una forma mejor de conseguir unas cuantas monedas.
Al verlo, mi novia y yo decidimos regalarle las latas y botellas que vamos guardando como reciclaje en la casa y cuando vemos a una persona como el que las recolecta se las regalamos.

Después de entregarle las latas, el hombre muy agradecido nos dijo que si alguna vez necesitábamos que alguien  cortara la grama o algún árbol, podríamos llamarlo para que el lo hiciera y asi ganar un poco mas de dinero. Agradecimos la oferta y seguimos caminando, pero pensé que No se adonde le tendríamos que llamarlo porque no nos dio su teléfono, no sé si tendría teléfono.  lo más interesante no era que nos propusiera que lo contactáramos sin tener forma alguna de hacerlo. Lo mas interesante es que no se limito solo a recibir ayuda, el hombre quería seguir trabajando, ganando las monedas de una forma mas digna. No quería  una limosna o simplemente que le diéramos dinero, quería intercambiar su trabajo por dinero, que le costara, pero sentirse satisfecho de no ser un parasito. En ese momento me pregunte… ¿ que paso con esas personas?
Recuerdo que los salvadoreños eran conocidos por 2 cosas en el pasado, la primera era que estaban en todo el mundo, y la segunda era que eran muy trabajadores, trabajan de sol a sol y casi siempre para ayudarles a sus familias; pero ahora, los salvadoreños son son reconocidos regulamente por una cosa… que les dejare a su imaginación.

Pero ¿que paso? En qué momento se cambio el trabajo digno y la satisfacción de hacer un trabajo bien hecho por la intimidación, las armas y saber que hay una forma fácil de conseguir dinero aunque eso signifique, robar, ultrajar, maltratar y muchas cosas más.

¿Donde están esas personas que trabajaban en el día de lo que fuera, pero con ánimo para poder conseguir dinero y ayuda a su familia, que preferían un trabajo malo antes que robar?, ¿donde quedo esas personas alegres que siempre estaban dispuestas a ayudar?, ¿esos que saludaban a los desconocidos por la calle, esos que si no hacían nada, pero por lo menos no hacían nada malo? ¿Fue la guerra lo que cambio el país?, ¿son los padres que no nunca están presentes en casa por trabajar o por evadir su responsabilidad de guías de los hijos? ¿Será la educación deficiente y deplorable que enseñan en la mayoría de las escuelas?, ¿será que los abuelos ya no enseñan principios a sus nietos?, ¿será que los nietos ya no tienen tiempo de estar con sus abuelos porque solo están en internet? ¿será que este país se está pudriendo poco a poco y está destinado a la destrucción?, ¿será que lo podemos salvar? Y ahora las personas buenas son cada vez más escasas, tan escasas que hasta podríamos preguntarnos ¿alguna vez existieron?

Bueno, yo sigo teniendo fe, cada vez menos jajaja pero sigo tieniendo, y espero que el salvador alguna vez cambie. No sé cómo diablos se va a lograr, pero sé que los milagros existen. Si vemos el desarrollo que ha tenido japon después de la devastación de la bomba atómica y ahora son un pueblo totalmente reconstruido de las cenizas. Si ellos pudieron nosotros también podríamos. Sé que dirán que los japoneses son especiales y que nuestras realidades y culturas son muy diferentes, pero todos los pueblos países tiene potencialidades, ellos descubrieron la suya y la usaron de la mejor forma, es necesario con urgencia que los salvadoreños olvidemos partidos y política y nos unamos para rescatar al El Salvador y no nos resignemos a simplemente morir mientras esperamos que otros hagan el trabajo que todos tenemos que hacer juntos.

El salvador muere lenta y tristemente mientras todos los sectores de la sociedad evaden la realidad. Esperan que los demás sectores salven el país y hagan su trabajo, esperan que alguien (no ellos) salve a El Salvador. Todos esperan que los demás hagan su trabajo pero no quieren hacer su propio trabajo, todos evitan aceptar por conveniencia o comodidad que el país es de todos y todos tenemos que sacarlo adelante.