domingo, 25 de diciembre de 2011

un gran artista puede surgir de cualquier lugar



En la mañana de hoy vi nuevamente una de mis películas favoritas, se llama Ratatouille y cuenta la historia de un ratón que quiere ser cocinero, me encanta la historia y los personajes ya que es ilógico que un ratón pueda ser cocinero, se supone que no piensan y a muchas personas les parecen asquerosos (en lo personal me gustan y después de esa película me gustan mas) pero la magia del séptimo arte hace que esa historia se haga realidad demostrando que no hay limitaciones para nadie, sin importar su origen, su tamaño, condición social o estudios, aunque todo el mundo parezca estar lleno de adversidades… las personas talentosas lograran salir adelante haciendo las cosas buenas que los hacen felices, te invito a buscar tu talento y que luches por hacer las cosas que te gustan, cuando todos hagamos las cosas por felicidad y no por obligación este será un mundo mejor  J

A continuación les dejo el discurso final del crítico ego de la película, lo encontré en esta dirección: http://teatrofilmado.blogspot.com/, si no han visto la película mejor miren la película y escúchenlo ahí ya que al saber toda la historia lograran entender mejor el mensaje, que lo disfruten:
"En muchos sentidos, el trabajo de un crítico es fácil. Arriesgamos muy poco y, sin embargo, disfrutamos de nuestra supuesta superioridad sobre aquellos que someten a nuestro juicio su vida y su obra. Disfrutamos con las críticas negativas, que son divertidas de escribir y de leer. Pero la amarga verdad que los críticos debemos enfrentar es que, en el gran plan de las cosas, cualquier vulgar pieza de basura tiene más significado que la crítica que escribimos para descalificarla.

Pero hay ocasiones en las cuales un crítico verdaderamente se arriesga en el descubrimiento y la defensa de algo nuevo. Anoche disfruté de algo nuevo: una cena extraordinaria, procedente de una fuente singular e inesperada. Decir que ese plato y su creador han desafiado mis prejuicios es subestimar groseramente lo ocurrido. Me han conmovido hasta la médula.

En el pasado no he ocultado mi desprecio por la famosa frase del Chef Gusteau: cualquiera puede cocinar. Pero no ha sido hasta ahora que he sido capaz de entender realmente lo que quería decir: no cualquiera puede ser un gran artista, pero un gran artista puede surgir de cualquier lugar. Es difícil imaginar orígenes más humildes que aquellos del genio que cocina ahora en el restaurante de Gusteau, quien es, en la opinión de este crítico, nada menos que el mejor chef de Francia. Retornaré pronto a lo de Gusteau, con hambre de más."

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