miércoles, 6 de octubre de 2010

Charlie Brown El cumple 60 años


R ecuerdo que desde muy pequeño miraba las caricaturas de  Charlie Brown y me encantaba la personalidad de snoopy que podía transformarse en muchos personajes según la situación, creo que esa es una muy buena cualidad siempre tener una aptitud acorde a la situación, molestar cuando es debido, ser serio cuando es necesario, pero ser autentico en todo lugar, otro de los aspectos que me gustaba mucho de la serie es que tenia capítulos especiales en los que hablaba de científicos importantes, de días especiales y no solamente era divertido sino también educativo, así que en conmemoración a los 60 años de esta gran historia les dejo un artículo publicado en un periódico de El Salvador llamado el diario de hoy, espero que les guste : )

¿Por qué “Peanuts”? Si el niño, el eterno fracasado, sus amigos un poco extraños y su perro no tienen nada que ver con nueces. Sin embargo, “peanuts” en Estados Unidos también hace referencia a pequeñas cosas. Así comenzó Charlie Brown.
Escrito por Nueva York/dpa Sábado, 02 octubre 2010 00:00

Charles Monroe Schulz, hijo de un alemán, tenía 27 años cuando el mundo del cómic dio a luz a Charlie Brown. A Schulz siempre le gustó dibujar, y su objeto favorito era su perro Spike. Con 24 años publicó por primera vez un cómic suyo en el diario de su ciudad en Minnesota: “Li'l Folks”. Uno de esos “chicos” era un cierto Charlie Brown. Un chico amable y bueno, pero que siempre pierde.
Sin embargo, esta “historia del gran fracaso americano” (Schulz) tenía potencial. Y así, Charlie y sus amigos obtuvieron su propia viñeta el 2 de octubre de 1950.
Al comienzo, Charlie Brown tenía una camiseta blanca y una cabeza más grande. Pronto, su camiseta se volvió amarilla con un diseño negro, y con una cabeza más pequeña, aunque aún enorme y redonda. La obra maestra de Schulz consiste en que un par de trazos crean una figura reconocida en una docena de países 
En Alemania el nombre Charlie Brown se volvió mucho más famoso que el nombre “Peanuts”. El cantante Hans Blum incluso interpretó una exitosa canción en 1959 que decía “es un payaso, el Charlie Brown. ¿Quién no escucha cuando habla el profesor?”
Pero el profesor no habla en ningún momento. Tampoco los adultos. En los cómics no aparecen, en las películas sus voces son el ruido de un trombón. Los héroes son los niños, aunque actúen como niños. Eso también hace la estrella secreta que apareció dos días después de Charlie: Snoopy, el relajado beagle, cuyo hobby favorito es yacer sobre el techo de su caseta, y desde allí combate a posteriori las batallas aéreas de la Primera Guerra Mundial.
No solo los cómics de Schulz se venden en todo el mundo, también las películas y, naturalmente, una gran cantidad de productos publicitarios. Con objetos de Charlie Brown se puede llenar una casa entera, con los de Snoopy aún más. No solo fueron estrellas en la Tierra: Cuando en mayo de 1969 el Apollo 10 exploraba la Luna para el aterrizaje de los primeros seres humanos dos meses después, la nave tenía como señal de llamada las palabras “Charlie Brown”. El módulo lunar se llamaba “Snoopy”.
Obviamente hay más personajes en el mundo de Charles M. Schulz, como Schroeder, que frente a un piano para niños juega con un busto de Beethoven y no registra los coqueteos de Lucy. O Marcie, que siempre le habla a Peppermint Patty de “señor”. Y Linus, que quiere saber más de su manta favorita que de Sally, la hermana pequeña de Charlie.
“Peanuts” fue un éxito durante décadas, aunque al final le faltaba profundidad, según los críticos.

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