jueves, 4 de noviembre de 2010

Jaime Hill, una historia de perdón.



En el foro de jóvenes armando paz se contó con excelentes expositores, considero que lo mejor del evento fueron las charlas que se impartieron, entre ellas se encontró la experiencia del empresario nacional Jaime Hill que conto como fue secuestrado en la época de la guerra de El Salvador por el comandante Joaquín Villalobos y Ana Guadalupe Martínez, fue tan traumática la situación que vivió que al salir del encierro se convirtió en alcohólico y adicto a algunas drogas, incluso perdió la relación con su primera esposa, pero de todo lo malo se obtiene algo bueno y después de rehabilitarse formo una institución que ayuda a las personas que también son atrapadas por el gran monstruo de las drogas, esta institución se llama fundasalva.

Tanto afecto el secuestro su vida que lo único que pensaba era en venganza, incluso contrato a un sicario para encontrar a sus captores y asesinarlos, y después de un tiempo recibió una llamada del sicario que le informaba que encontró la ubicación de los secuestradores y solo necesitaba una orden para asesinarlos, cobraría la mitad de lo acordado antes del trabajo y la mitad después; como comprenderán estos trabajos no son nada económicos y el Jaime Hill debía obtener el dinero acordado en una sola noche, entonces fue a visitar a un amigo para pedirle consejo y su amigo lo detuvo y le dijo que si se realizaba ese asesinato perdería lo más importante que es la paz interior, su amigo le aconsejo que fuera todos los días a la iglesia durante 10 días para pedir fuerzas y saber qué hacer. Después de algunos días Jaime  comprendió que mientras él se sentía atrapado por el rencor y el odio sus captores estaban tranquilos y no tenían ningún problema, quizá ni le tomaban importancia a lo sucedido, entonces se dio cuenta que el debía perdonar para liberarse de esa pesada carga y se dio cuenta que es muy fácil sucumbir bajo las pasiones pero es muy difícil actuar correctamente y los que logran perdonar de corazón son las personas más fuertes.

Luego de un tiempo cuando se estaba en negociaciones para la firma de los acuerdos de paz se dio la oportunidad de que Jaime Hill demostrara que realmente había perdonado de corazón a sus captores y con ayuda de una amiga concertó una cena con sus secuestradores, se encontraron los más importantes comandantes de la guerrilla salvadoreña y los recibió en su casa junto a su hija, comenta que fue una cena muy amena y divertida y que al terminar los comandantes guerrilleros le solicitaron ayuda para unir a los empresarios del país con la cúpula del partido asociado a la guerrilla y de esa forma afinar algunos puntos de los acuerdos de paz.

Realmente un ejemplo de perdón, que demuestra que perdonar es posible, algunos son rencorosos con situaciones sencillas y no logran perdonar, pero este gran hombre perdono a las personas que lo secuestraron, que lo impulsaron al alcohol y las drogas y pusieron en riesgo su integridad y su futuro, pero considero que comprendió el gran veneno que es el odio y el rencor, y lo más importante es que el odio que guardamos en nuestro corazón no afecta a nuestros enemigos, los más afectados son las personas que lo poseen y sus seres queridos más cercanos, hagamos realidad ese pasaje bíblico que dice que debemos perdonar 70 veces 7 y logremos perdonar como nosotros esperamos ser perdonados por dios, recordando que nadie es perfecto y que  todos necesitan una segunda oportunidad.

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