martes, 3 de abril de 2012

sera tan poderoso Dios como dicen???




¿Dudamos del poder de Dios?

¿Sera tan grande y misericordioso ese ser invisible omnipresente y omnipotente?

¿Sera cierto que vino al mundo no por los buenos sino por los pecadores?

Si no dudamos de las preguntas anteriores… ahora les formulare otra pregunta… 

¿porque es tan difícil creer que los mareros pueden cambiar? 

Acaso el Dios no tiene tanto poder como para tocar la mente y el corazón de estos personajes que sin importar todo lo que hicieron son humanos; pecadores, imperfectos como cualquiera… seres que lastimosamente dedicaron su vida al camino equivocado y sembraron miedo, dolor y odio en muchos salvadoreños pero que a pesar de todo, pueden cambiar...

Comprendo a todos los que no confían en ellos, la verdad incluso a mi me cuesta creer, pero quien sabe… puede ser un milagro… puede ser una gran farsa, solo una nube mediática que cubría incluso algo más turbio … pero a pesar de todo lo malo que hay en El Salvador, existen muchas cosas buenas y me gustaría tener fe y pensar que en realidad estos personajes están tratando de cambiar, que Dios puede tocar el corazón de todos los malos y hacerlos cambiar y tocar el corazón de todos los buenos y hacerlos perdonar y confiar…

Y hablando de ese tema un editorial muy interesante de El Diario de Hoy que puede ayudar más a debatir sobre este tema  J que lo disfruten… 


Monseñor Colindres, milagros, maras

POR EVANGELINA DEL PILAR DE SOL*Domingo, 1 de Abril de 2012
Como todo ser humano, los integrantes de maras son poseedores de raciocinio. Igualmente, en cada hombre, a consecuencia del primer pecado, existe arraigada la maldad. De allí surgen las leyes dictadas por Dios en los Diez Mandamientos, para que con ese natural raciocinio sean acatadas, o, con la libertad que también Dios da, rechazadas, cegando el entendimiento y acogiéndose el mal, volviéndose algunos casi animales.
No totalmente animales, porque Los animales no poseen raciocinio, atacando únicamente por instinto ante amenaza o necesidad de alimentarse, mientras el raciocinio humano que guía la conciencia, permanece en el individuo a pesar de cualquier perversidad practicada, pudiendo eventualmente llevarlo a cambiar. Al obstruirse la razón humana, puede llegarse a ejecutar las atrocidades más espantosas como han efectuado los mareros, transformándoles en un indescriptible concepto.
No obstante, por personales impactantes experiencias vividas, como conversiones y sanaciones, o testimonios de irrebatibles milagros universales, doy fe que ellos sí existen. En esto amerita reconocerse que para Dios no hay imposibles, si no, no sería Dios. De esta forma, por más mala o criminal que sea una persona, puede convertirse si hay un verdadero arrepentimiento y deseo de reformarse.

"Críate fama y échate a dormir", es un refrán conquistado por las maras. Así puede aceptarse el escepticismo de algunas personas a quienes se les dificulta confiar en sólo palabras, sin hechos fehacientes que las prueben, como serían la erradicación total de asesinatos, extorsiones, asaltos, secuestros y todo el horror que las maras han hecho vivir a nuestra población.
Esta minoría de justificados desconfiados, contrastan con la enorme mayoría de los salvadoreños que sí creemos por fe, que puede estarse dando una transformación en las maras, existiendo esperanza y alegría. Por esta razón coincido con Monseñor Colindres en que él sí confía, no en la palabra de quienes podrían mentir por su conocida trayectoria, sino en la palabra salvífica de Dios que puede convertir al más inicuo personaje.
He visto por la televisión y en entrevista periodística de Paolo Luers, a mareros arrepentidos de haber causado tanto dolor.
Cuando toda persona (creyente o no), se encuentra en una encrucijada, cuando su prepotente autosuficiencia se estrella irremediablemente contra la barrera de las naturales limitaciones, cuando se afronta una manifiesta amenaza en que la propia vida, la seguridad individual, o la de los seres queridos peligra, sea por enfermedad, privación de libertad y mil cosas más, se invoca la ayuda de Dios. Esto definitivamente es lo que ha sucedido al solicitar ellos, milagrosamente iluminados por Dios, la ayuda de la Iglesia Católica mediante uno de sus más dignos, humildes, inteligentes y santos representantes, Monseñor Fabio Colindres.
Los mareros razonan hoy, que su villanía no los ha llevado más que a ganarse el odio de la ciudadanía y a justamente perder su libertad, creándose su propio infierno en la tierra, y aunque posiblemente pudieran sentirse aún poderosos como líderes, han entendido que entre más muertes ordenen, más criminales seguirán llegando y saturando las cárceles, hacinando más a todos los ya encarcelados, empeorando su tormento.
Monseñor Colindres y Monseñor Luigi Pezzuto, Nuncio Apostólico de la Santa Sede, han cumplido con una misión laudable de nuestra Iglesia que los enaltece, conduciéndonos a una cristiana Semana Santa de paz. Ellos son merecedores del agradecimiento de la ciudadanía entera.
*Columnista de El Diario de Hoy.

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